Queridos Reyes Magos,
Ahora que han terminado las navidades os escribo mi carta para el año que viene:
Estas fiestas no han sido buenas. En Nochebuena cenamos un cordero tan grasiento que al Yayo no le sentó bien. Después de los turrones y la sidra, se puso a devolver y le dio un ataque. Los médicos lo llaman ictus. Aquí está, que no puede hablar más.
Mis padres discutieron la mañana de Nochevieja, porque cada uno quería cenar en una casa diferente. Tampoco se hablan más. Mis padres se van a separar.
Mi hermano Yonatan, se fue en Nochevieja a un botellón mágico. Le dieron estramonio, la hierba de las brujas, y tuvo un accidente con un amigo. Se ha quedado sin coche y sin trabajo.
A mi no me habéis regalado las zapatillas que os pedí., y se siguen riendo de mi en clase de Gimnasia.
Por favor, Reyes, el regalo que os pido para el año que viene es que no haya más Navidad. Y que no vengáis más.
Belen,
