CHAPTER 1: CROACIA
Los extraños vericuetos de la vida me hicieron visitar Croacia por tercera vez. Nuestro centro de operaciones fue Dubrovnik, alias Ragusa o la perla del Adriático.
Ciudad amurallada y de aire veneciano. De hecho en el siglo XIII formó parte de la República de Venecia, y en su máximo esplendor llegó a ser una ciudad independiente hasta que llegó Napoleon.
En 1991, tras la declaración de independencia de Croacia, la bella Dubrovnik fue cruelmente bombardeada. Afortunadamente ya se han recuperado de aquello, y quedan pocos restos de la barbarie.
Ahora viven un nuevo esplendor.. en el turismo. Masas de turistas la visitan diariamente; algunos desde tierra, otros desembarcando de los múltiples cruceros que hacen escala aquí.
Se pierden en sus callejuelas y plazas encontrando sus murallas y palacios o descubrir el mar en un rincón inesperado. Y al llegar la noche disfrutar de alguno de los conciertos de los artistas callejeros.
Los croatas van a entrar en la UE en julio del 2013. Kalamari les advierte: todavía estáis a tiempo, reflexionad.. y si al final accedéis no os paséis al Euro, si no queréis ser saqueados por políticos y banqueros. Pero esa es otra historia, que ya hemos mencionado en algún post anterior y deberemos retomar en el futuro más exhaustivamente.
Desde Dubrovnik llegamos fácilmente a la península de Peljesac, entre islas y bosques, libres por el momento de la especulación inmobiliaria. Al entrar en esta pequeña península, rodeado de viñedos y montes, está el paraíso de las ostras y los mejillones: Ston Mali.
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CHAPTER 2: MOSTAR (BOSNIA I HERZEGOVINA)
Tras pasar cuatro fronteras croatobosnias diferentes, giramos al interior y avanzamos paralelos al río Neretva por un paisaje de aldeas y altas montañas peladas, parecido al de la provincia de León.
Mostar ha sufrido más las huellas de la guerra que Dubrovnik, y aunque la ciudad antigua haya sido reconstruída, incluyendo su famoso puente de Stari Most, los edificios bombardeados y llenos de metralla de los francotiradores, te rodean en la parte nueva...
Mientras, el sonido del almuecín de las mezquitas intentan engatusar a los bebedores tempranos, en una bizarra amalgama de sabores y sonidos donde se unen la Vida y la Muerte; el cruento asedio de 18 meses (1992-3) a Mostar todavía se siente.
Pero ahora también hordas de turistas llegan a su bonito casco antiguo, poblado de tiendas de souvenirs y restaurantes, por cierto mucho más baratos que los de Croacia.
Bosnia, como estado, es de una fragilidad que algunos comparan con Yugoslavia. Por su mezcla explosiva de la federación entre croatas y musulmanes y la llamada república serbia de Sprska.
Como muestra de ese caos, su moneda oficial es nada menos que el antiguo marco alemán convertible !
CHAPTER 3: MONTENEGRO
Tras pasar una terrible carretera en obras que bordea la costa Adriática unos 50 kilómetros entre cipreses llegamos a la frontera.
En Montenegro, en cambio, ni se han molestado en adoptar una moneda. Usan el euro, sin estar en la UE.
Antes Yugoslavia, antes Serbia y Montenegro, y ahora simplemente Montenegro, independientes desde el año 2006. Se libraron de la guerra, pero no del fuerte embargo de los 90´s.
Enseguida alcanzas la bahía de Kotor, un espectacular fiordo que da al Adriático, rodeado de imponentes montañas y algunas islitas con iglesias.
En las pequeñas poblaciones costeras del fiordo, el ambiente es de relax veraniego. Una vuelta a los 70´s entre canciones tecno-balcánicas y macarras rusos.
Y para terminar les dejó con el otro Montenegro, Hugo. Para rematar el post con un glamuroso moog.
