No sabíamos si publicar esto o no; más que nada por la baja fiabilidad y calidad del material.
Hace años que no sabemos nada de nuestro viejo colaborador Bong; desapareció y lo achacamos a la crisis de los 40 o a un cambio de identidad repentino; a una necesidad de aislarse quizás y comenzar una nueva vida. De hecho el siempre insinuaba que en cualquier momento haría algo así.
Hace unos días llegó a esta redacción un sobre con un folio escrito y un par de fotos. Una foto es la de portada en blanco y negro, y la otra la que aparece al final del texto. Aunque lo que pretende insinuar parece inverosímil, nos limitamos a reproducir el contenido del sobre:
Soy Bong. Nunca debí haber hecho esa llamada, el teléfono tenía demasiados seises y la parcela en venta me pareció algo tenebrosa, con esos restos de vigas -como si alguien hubiera interrumpido la construcción de una obra apresuradamente -, y llena de extrañas excavaciones, como tumbas, y la maleza cubriendo todo..
Ahora estoy encerrado aquí, en este viejo matadero, en un lugar indeterminado, ni siquiera sé en que país. Lanzo esta llamada de socorro, pero ya no tengo esperanza.
Dentro de poco las enredaderas habrán cubierto la única ventana por la que entra algo de luz. Mis gritos pidiendo auxilio son tapados por los cerdos y gallinas, y cada vez son más tenues, creo que en poco tiempo ya nadie me podrá escuchar. SOS.
Nota final de redacción: El viejo Bong sigue igual de bromista que siempre !, seguro que estará por Lombok o en alguna isla perdida del Índico con sus tragos. Este blog va a hacer caso omiso de su llamada de auxilio, pero si alguno de ustedes se lo toma en serio, investiguen el material.
