Desaparecido

No sabíamos si publicar esto o no; más que nada por la baja fiabilidad y calidad del material.

Hace años que no sabemos nada de nuestro viejo colaborador Bong; desapareció y lo achacamos a la crisis de los 40 o a un cambio de identidad repentino; a una necesidad de aislarse quizás y comenzar una nueva vida. De hecho el siempre insinuaba que en cualquier momento haría algo así.

Hace unos días llegó a esta redacción un sobre con un folio escrito y un par de fotos. Una foto es la de portada en blanco y negro, y la otra la que aparece al final del texto. Aunque lo que pretende insinuar parece inverosímil, nos limitamos a reproducir el contenido del sobre:

Soy Bong. Nunca debí haber hecho esa llamada, el teléfono tenía demasiados seises y la parcela en venta me pareció algo tenebrosa, con esos restos de vigas -como si alguien hubiera interrumpido la construcción de una obra apresuradamente -, y llena de extrañas excavaciones, como tumbas, y la maleza cubriendo todo..

Ahora estoy encerrado aquí, en este viejo matadero, en un lugar indeterminado, ni siquiera sé en que país. Lanzo esta llamada de socorro, pero ya no tengo esperanza.

Dentro de poco las enredaderas habrán cubierto la única ventana por la que entra algo de luz. Mis gritos pidiendo auxilio son tapados por los cerdos y gallinas, y cada vez son más tenues, creo que en poco tiempo ya nadie me podrá escuchar. SOS.

Nota final de redacción: El viejo Bong sigue igual de bromista que siempre !, seguro que estará por Lombok o en alguna isla perdida del Índico con sus tragos. Este blog va a hacer caso omiso de su llamada de auxilio, pero si alguno de ustedes se lo toma en serio, investiguen el material.

Crónica en plena Canícula: Los Tres Círculos

Viena desde el Prater

Viena desde el Palacio Belvedere

Círculo 1: Viena. Ringen 1: Wien

Siguiendo el rastro de Wilder, Zweig, Lang, Freud, Mozart, Haydn, Schubert, Ulmer, Von Sternberg, Von Stroheim...llegué a Viena. Ciudad de grandes cafés, de techos altos y escaparates; de enormes palacios de los Hausburgo; edificios neoclásicos, tranvías ... en esta ciudad todavía se puede disfrutar de la atmósfera del viejo siglo XX.
Precisamente hay una avenida circular, que se llama Ringstrasse y rodea el centro. Se puede recorrer en tranvía para admirar los edificios góticos y neorrenacentistas.

Círculo 2: El Móvil . Ringen 2: Eine Mobile Fantasien

De vuelta a la rutina y a la canícula cenaba con Señor Z. en un tailandés lleno de filipinos. 

En la mesa de al lado comían cuatro adolescentes y estaban hablando sin que apareciera en escena ningún teléfono móvil !.

Estaba asombrado, pasaban los minutos y seguían charlando sin wasapear. Esa situación que no sería rara en Viena, en Madrid era totalmente anormal.

Tenía que dejar prueba de aquel extraño suceso. Saqué el móvil para hacer una instantánea y... de repente las chicas sacaron sus aparatos a la vez y quedó frustrado el intento, como pueden comprobar en la foto a continuación.

Tal vez aquel episodio nunca ocurriera y fuera sólo una especie de delirio.

Círculo 3: Marrón . Braun Ringen

El Señor S está conduciendo por una autopista con destino el Sur. Ya pasada la ciudad de Murcia, a la derecha queda la Sierra de Espuña. En plena canícula.

Hay un cartel que anuncia un area de descanso, con bancos y una fuente. Aprovecho la ocasión para parar.

Nunca debí entrar en aquel maldito lugar. Las colillas y basura hacían un manto para la tierra, adornado por restos de condones. Las papeleras estaban quemadas, y la fuente destrozada. 

Había una especie de toilet , "decorado" con graffitis y decidí acercarme.

Lo que he visto me ha dejado impactado. Por respeto a los lectores, no describo con palabras el asqueroso escenario.

Sólo decir que aquello parecía un atrezzo para Saló de Pasolini .

Me aparté dando arcadas y escapé por la carretera ....... #MarcaEspaña

El Círculo se cierra.

Lost Highway by David Lynch

Extraño Incidente en Hanoi

Llevaba todo el día callejeando por el barrio antiguo de Hanoi, esquivando el agobiante tráfico y mojado por una lluvia fina persistente, que ya había ennegrecido mis pantalones con la mezcla de grasa de moto y accidentes culinarios diversos con "dumplings" y otras exquisiteces.  

Cruzaba una y otra vez los mercados de calles con nombres como Gia Ngu, Hang Bac y Dong Xuan. O Hang Ma , la calle especializada en vender dinero falso para quemarlo en ceremonias budistas. 

Decidí refugiarme de la lluvia, en el teatro de marionetas de agua. 

Aunque la mayoría del público era occidental, la onírica representación me relajó , arropado por los ritmos de los instrumentos ancestrales y los extraños cánticos de los actores. Y el barroquismo oriental de las marionetas.

Me fui para terminar el día a tomar unos tragos a Ta Hien, un callejón famoso por sus bares.

Salí embriagado después de varias Tigers, bias hoi y unos cuantos whiskys a precios de saldo. Y de repente lo vi entre la multitud noctámbula...

Era el señor Lai Chau; el contable gris que había conocido en el Hotel Tirant en el buffet del desayuno. Me obsequió con su tarjeta de representante de una empresa textil, que acabó en la papelera.  Los tragos habían vencido a aquel hombre serio y concienzudo y ahora zarandeado por las motos y los viandantes, como un muñeco de feria. Se había convertido en una estrella del karaoke más bizarro.

Recordé que curiosamente había vuelto a coincidir con él el año anterior en un puesto de la calle, incluso tomé los mismos caracoles gigantes que él. Se me revolvió el estómago...

Desperté de aquel extraño sueño, y miré en frente, había dos pescadores. Estaba al lado del mar, en la playa de An Bang, cerca de Hoi An... No conocía todavía Hanoi, ese iba a ser mi próximo destino... ¿Estaba perdiendo acaso la razón? 

Quizás hubiera debido cancelar el viaje y no seguir a Hanoi. Pero una extraña fuerza me obligaba a ello...Mi destino estaba ya escrito.

Ray Manzarek and the Doors

Por petición del maestro zen de Kalamari, Chen Shymalan, este maldito mes de mayo no habrá ningún reportaje banal, ni exposición alguna de artistas actuales de la mente.

Como homenaje a Ray Manzarek, fundador de The Doors y recientemente desaparecido, solamente una petición: Que las puertas de la percepción sigan abiertas...